¿Te imaginas el agua cayendo sobre nosotros, mezclándose con
las lágrimas que derramas?
¿Por qué lloras?
Quien sabe por qué, lo importante es que lo hago ¿te lo
imaginas?
El paraguas transparente y nuestras manos enlazadas.
¿Caminarías rápido o lento? ¿Dejarías el agua meterse en tu
piel y estremecer tu alma?
¿O correrías ante el primer contacto, temeroso de no poder
sacarla de tu vida una vez que haya entrado?
No corras, temeroso de mis palabras y empapa tu alma con lo
que hay. Me gustaría pensar que soy yo eso pero si no ¡Ey, está bien! Mientras
sea importante no me quejaré.
Y si acaso quieres dejarme entrar te juro no me quejaré, lo
haré despacito y sin hacer ruido, así no te arrepientes antes de que haya
llegado y prometo mantenerte calentito cuando llegues a casa congelado por el
frío.
Así que acepta, por favor acepta, mi invitación y camina
conmigo. No te preocupes, si se larga muy fuerte nos volvemos, pero intentalo
¿Sí? Verás que no te arrepentirás y si la gente enloquecida te lleva puesto no
te enojes ¡Teneles lástima! Pobres de ellos que no saben disfrutar de algo tan
hermoso y natural.
No todos entran a la función, por más gratis que sea, no
todos aceptan la invitación que el clima da para renovar el alma y está bien,
cada cual vive a su modo.
Pero si no aceptas la invitación del clima, por lo menos
acepta la mía. No tiene palabras profundas ni poéticas pero puedo asegurarte
que tiene emoción. Acercate, pone la mano en mi pecho (¿Muy personal?) Bueno,
entonces confiá en mí cuando te digo que es verdad.
¡Aún no entiendo cómo mi cuerpo no tiembla de la excitación
que siento! Es que por dentro no dejo de temblar. Si vos entendieras lo
personal que esto que te estoy pidiendo. Te estoy invitando a compartir lo más íntimo
que hay en mí, abro mi círculo con la lluvia para dejarte entrar, para así
dejar de ser dos y pasar a ser tres.
Qué lindo suena ese número cuando pienso en vos.
Y lo que pase en la lluvia, te prometo, quedará ahí. Será
nuestro secreto íntimo y aún si no pasa nada, tampoco lo diré. Lo que sintamos
nacerá en esas gotas de agua y si así lo deseas ahí se quedará pero si te llegó
a gustar o querés volverlo a intentar te invito a la próxima llovizna, sólo no
te olvides tu paraguas transparente, así no nos perdemos el espectáculo mirando
el piso o la calle. Así lo vemos desde primera fila.