Los dos

Hay veces que siento que te podría seguir hasta el fin del mundo.

Muy seguido últimamente.

Con vos

A veces, muchas veces, quiero escucharte decirlo otra vez, quiero que me lo pidas y decir que sí, sí, sí, sí. Sólo sí. Quiero volver a casa, nuestra casa. Quiero acostarme y despertarme a tu lado todos los días de mi vida.

Quiero convivir con vos, planear cosas juntos, pensar de a dos. No quiero que seas mi novio, quiero que seas mi familia, mi pareja estable, mi compañero de casa.

No quiero ir a visitarte a tu casa ni que vos vengas a la mía, quiero que estemos en la misma.

Quiero, quiero, quiero, quiero TODO con vos.

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Hay veces que las cosas no funcionan, yo no funciono. Huelo, huelo problemas y no me gusta. Sé que va a haber peleas y dios sabe que no me gustan, que no busco una relación con discusiones constantes, no. Yo quiero paz, risas y compañía.

Pero huelo problemas, puedo hacerme la boluda unos días pero va a pesar y ese va a hacer un problema.

Intento calmarme, no quemarme antes de tiempo. Busco tranquilidad, busco relax. Un viaje al más allá. Y con esta idea rondándome en la cabeza, no sé qué hacer, si ocultarla en el fondo del cajón o lustrarla, seguir pensando y ver qué sale de esto.

A veces no sé si la realidad me tragó, si olvidé, perdí o dejé olvidada en un cajón la ilusión de luchar por todo lo que quiero, de hacer solo lo que quiero

No sé si vos sos mi iluso, si soy muy pesimista, si estás haciendo bien y yo te estoy tirando para atrás, si te estás quedando quieto o yo te obligo a moverte demasiado.

No sé qué hacer, no sé qué pensar, no sé qué no hacer, qué no pensar.