domingo, 24 de febrero de 2013

Compañía

Me gustan los sueños que inventas, me gusta recostarme en ellos y soñar que vivo ahí dentro, donde tu mente inventa juegos y hazañas maravillosas todos los días y noches con lluvias estrelladas que cantan las buenas noches.

Me encanta apoyar mi cabeza en tu estómago, sentir el ruido que hace cuando tienes hambre o la calma que me transmite cuando duermes, al igual que tu respiración pausada y a veces algo agitada que canta melodías a mi oído cuando la noche cae silenciosa a mi alrededor.

Me agrada el calor que le transmites a mi cuerpo y alma cuando me abrazas, envolviéndome en tus brazos, volviéndome un ser pequeño que sólo necesita de tu protección para seguir día a día, la paz que sabes darme con sólo sostener mi mano.

Me volví adicta a tu tacto, a tu frente chocando con la mía y nuestras narices rozándose lentamente, a tus besos suaves que siempre demuestran cariño y tus manos que me buscan cuando hay luz y oscuridad.

Me acostumbré fácil a tu risa contagiosa y algo aniñada, al chanchito que sale y achica los ojos cuando el chiste es muy gracioso o sale aguda y entrecortada cuando no lo es. A sentirte cerca, a levantarme y saber que estarás al lado mío no importa donde estés.

A decir te amo y escuchar un yo también.

No hay comentarios: