sábado, 21 de junio de 2014

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Hubo un segundo, un eterno segundo, en el que sentí que me entendías. No solo me escuchabas, también me entendías, y dejé de sentirme sola.

Hoy intento recordar de qué hablábamos cuando pasó, así reconstruyo ese sentimiento tantas veces seguidas que hasta podría parecer constante. Actual.

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