martes, 22 de enero de 2013

Círculo

Soy lo que buscas sueles comentar y te suelen creer. Soy la mujer de tus sueños hecha realidad decís y te sonríen.

¡Pero es, mi amor, tan difícil ser lo que buscas! El peso de resultar el encuentro de una búsqueda cae sobre mí y me complica ser lo que esperas.

¿Qué esperas en mis respuestas? ¿En mis acciones? ¿Qué es esta prueba a la que me atas y yo hago?

¡Aprisiona tanto la explosión que desatan mis actos! La tormenta de condiciones que me atan a ti, condicionando mi libertad.

Me encarcela la órbita que hacen depender nuestras acciones al otro, la espera de ver lo que haces y cómo lo haces, la des-espera de ver cuánto tiempo más tengo que esperar a que las contraindicaciones abandonen tu cuerpo.

El efecto secundario que ocasionan en el mío.

¡Pero es que me gusta tanto el sonido de tu voz y cómo tus labios se mueven al decirlo! La sonrisa de lado y el brillo en tus ojos, que todas las prisiones que armamos a nuestro alrededor parecen irse tan rápido como llegaron o simulan ser tan bien acogidas, un mal mínimo al placer que me das.

Pero está, el círculo está y asfixia, asfixia tanto que parece hacerme reventar y cada día es peor, más chico, más fuerte, más resistente y me ahoga la dependencia, el estímulo respuesta en el que estamos atrapados.

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