Se preguntó qué haría Bella, aunque estaba casi segura que este vampiro era algo
diferente y no brillaba a la luz del sol y no es de los que te miraba dormir
sin arrancarte la cabeza.
No, este era más parecido a los de Anne Rice y aunque no
había terminado toda la saga todavía, no había visto ni un solo indicio de una
relación humana/vampiro que no terminara con humanos muertos por todos lados en
una especie de masacre de sanguinario o convertidos en uno de ellos y con eso, en
un vampiro con, de repente, demasiadas dudas existenciales ¿Se imaginan cómo
sería ella con aún más dudas de las que ya tenía? Claramente sería el peor
vampiro de todos. Muy insufrible, por cierto.
Así que ella creía que la mirada con la que la estaba mirando
no era para nada amorosa.
Antes, cree que debería explicarles cómo llegó a esta
situación ¿No? ¿Qué diablos podría haber pasado para terminar encerrada en la
habitación con uno de ellos?
Le gustaría decir que fue en el colegio (para así cuidar su
reputación) pero la verdad es que casi terminó (y dice casi porque cuando le
pidió que lo hiciera, ella pensaba en sexo y él en el ritual satánico de
transformarla) durmiendo con ella en la fiesta de fin de año que había hecho en
su casa.
Estaban todos sus amigos y los amigos de sus amigos y gente
que aún hoy no tenía idea quién era pero igual entraron a su casa y bebieron
todo su alcohol.
Y entre los amigos de sus amigos ¿O los desconocidos? Estaba
este, hasta entonces encubierto, vampiro. Sexy, no lo negará ¿Todos los de su
especie serían así de guapos o solo se volvían así cuando se convertían? Porque
viéndolo de ese lado, no es tan mala idea…
Volviendo a la historia, puede que hubiese un par de señales
anteriores que malinterpretó pero no se podía pedir demasiado sentido común
cuando le mordían el cuello con tanta fuerza para hacerle sangrar (primera
señal) mientras uno hacía fondo blanco de frizze con unos amigos.
Ni tampoco que notase algo raro cuando le dijo “de los
cientos de años que tengo, nunca vi belleza como la tuya” (ha de admitir que a
pesar de lo sin sentido de la frase, en ese momento la pudo de la peor forma
posible).
Y mucho menos la podía culpar por no haber entendido la
respuesta a su exclamación “hacelo ya, no lo aguanto más” que fue “¿Estás
segura? ¿Queres? ¿Queres convertirte?)
(En la mujer que tuvo el mejor sexo de todos, pensó).
Empezó a sospechar del asunto cuando gritó ¡Sí! Y él le
perforó el cuello con sus colmillos y, aunque le gustaba el sexo fuerte, el
sado nunca había logrado excitarla. En el fondo creía que era porque era media
maricona, nunca había resistido con dignidad el dolor.
Bueno, la cosa es que aunque no sabía que era un vampiro, el
asunto de chocolatear por el cuello no le gustó nada.
Así que cuando cortó el momento gritándole “¿Qué haces?” y
lo único que obtuvo como respuesta fue unos ojos enloquecidos y una boca
abierta mostrando unos grandes colmillos, tal vez era por el efecto del
alcohol, pero la idea de que era un vampiro no le pareció tan loca.
“Vos dijiste que querías” contestó.
“¡Sexo quería! No sé qué estabas pensando vos” ¿Qué otras
cosas se podían hacer encerrados en una habitación?
“¿No fui lo bastante claro cuando te pregunté si querías
convertirte?”
Quiso contestar rápido, pero la verdad es que ¿Quién iba a pensar
que existían los vampiros? Y que encima quisieran transformarla a ella. Justo
ella.
“No sé de qué me hablas”
“Sabes de qué te hablo” quiso acercarse de nuevo, pero esta
vez ella pego un grito y se tapó el cuello, asustada. “¿No es mejor querer tenerte toda la
eternidad que solo una noche de sexo?”
“Bueno, yo pensé que si te gustaba podía ser más de una vez
pero ¿toda la eternidad? ¿No te parece mucho?”
Ahora ni siquiera sabía si quería tener sexo pero tampoco
quería negarse a todo ¿Y si se enojaba? Una vida de películas le había enseñado
a ir despacio en situaciones así.
(O rogar ser convertida si sos Bella Swan).
“¿Te haría sentir mejor si te digo que quiero tener sexo con
vos toda la vida?”
“¿Y si resulta que no soy buena?” Manotazo de ahogado, lo admitía.
“Imposible, no hay vampiro que sea malo en la cama.”
¿Ah, no? Interesante.
“¿Pero acá? ¿Cuándo están todos? No quiero comerme a mis
amigos y menos en mi casa”
“Van a morir eventualmente”
“Bueno, sí pero intentemos que no sea por mi culpa”
“¿Entonces qué queres hacer?” Se lo notaba tenso, aunque la
locura en sus ojos ya había parado, al igual que la sangre en su cuello.
Gracias a todos los santos que mi sangre nunca salía cuando se ponía nerviosa.
“Y… No sé” Respuesta equivocada. Lo sabía.
“¿Todavía queres tener sexo?” La verdad es que no pero joder
que era sexy. “Recorda que tengo siglos de experiencia”.
Por Dios, qué fácil que era de convencer. “Y si te gusta,
podes considerar la idea de transformarte”
Sabía que no era muy buena idea el asunto pero según True
Blood, el mejor sexo que había era con uno de ellos y de todas las cosas de las
que se quejaba Elena en Vampire Diaries, las relaciones sexuales con Damon y
Stefan no era una de ellas.
“Pero vas a tener que empezar todo de nuevo, la verdad que
se me fueron un poco las ganas con toda esta conversación de vampirismo y toda
la eternidad”
Sonrió de costado, demasiado lindo para ser bueno y contestó
“No te hagas problema por eso” mientras se acercaba con sigilo al borde de la
cama donde estaba ella.
Después manejaría el tema de toda la eternidad pero terminar
la noche tocándose recordando lo que pudo tener era demasiado deprimente así
que venga nomas, que acostarse con hombres equivocados era común ¿Pero con un
ser que nunca moría? Era tan mala idea que podía volverse buena.
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